En la intención de reivindicar la imagen del poeta peruano, dedicamos en este espacio, extractos literarios propios del autor, con la esperanza de comprender y valorar mejor la producción de su vida y obra. César Abraham Vallejo Mendoza (Santiago de Chuco - Perú 1892- Paris 1938).
4/12/07
Poema LI
y nada más. Ya está. De otro modo,
también tú vas a ver
cuánto va a dolerme el haber sido así.
Mentira. Calla.
Ya está bien.
Como otras veces tú me haces esto mismo,
por eso yo también he sido así.
A mí, que había tanto atisbado si de veras
llorabas,
ya que otras veces sólo te quedaste
en tus dulces pucheros,
a mí, que ni soñé que lo creyeses,
me ganaron tus lágrimas.
Ya está.
Mas ya lo sabes: todo fue mentira.
Y si sigues llorando, bueno pues!
Otra vez ni he de verte cuando juegues.
24/11/07
En torno a la libertad artística
- ¿Sí? ¿Libres de qué? ¿Independientes de qué?
- Supongamos que así fuese. Pero de ahí a someterse con plena conciencia a un Estado y a una clase social, como lo hacen, por desgracia, los escritores y artistas rusos, hay un abismo y no hay una comparación posible.
El poeta “au dessus de la melée” se quedó viéndome.
Dime como escribes y te dire lo que escribes.
La responsabilidad del escritor
Regla gramatical
Poesía e Impostura
El problema obrero
11/11/07
Si no he de ser libre hoy....
10/11/07
Soneto
de un enorme risco baja el rebaño
pastor garrido, que con pesadumbre
toca en su quena un yaraví de antaño.
El sol que lento cae, con su lumbre
dá un tinte de misterio y de tristeza
á un campo de solemne soledumbre.
La aura pasa suave. La noche empieza.
La choza pastoral está á la orilla
de un río de corriente silenciosa;
hila en la puerta una india candorosa.
.…………………………………….
Después los labradores en cuadrilla
rendidos se recogen a la choza
………………………………………
Dá las seis el reloj de una capilla……
Nota: El primer poema publicado por el poeta César Vallejo ."Soneto" fue publicado en la revista "El minero ilustrado", en Cerro de Pasco, Perú, el 6 de diciembre de 1911. Este poema fue encontrado por el profesor peruano Hugo Arias Hidalgo cuando realizaba sus investigaciones de posgrado de la Universidad Hermilio Valdizán de Huánuco.
Nota periodística del portal La Ventana
La liga de las naciones
La Liga de las Naciones no es más que una Liga de los imperialismos, que trata de resolver los conflictos financieros resultantes de la evolución histórica de la sociedad burguesa, repartiéndose la totalidad de las riquezas y fuerzas productivas del mundo...
Mientras tanto, las contradicciones económicas del capitalismo se agravan más y más....
Fragmetos del artículo "El último discurso de Briand", Setiembre 1929
7/11/07
Entrevista Dos
Pues a tomar café.
Publiqué mi primer libro en Lima. Una recopilación de poemas: Heraldos Negros. Fue el año 1918.
No sé... Yo publicaba mi libro..., por aquí se terminaba la guerra... No sé.
Podría llamarse poesía modernista. Encajaban, sí, en un modernismo español, en un sentido tradicional con lógicas incrustaciones de americanismos.
Pablo Abril, presente en la entrevista, es quien la recuerda:
“Qué estará haciendo ahora mí andina y dulce Rita/ de junco y capulí; ahora que me asfixia Bizancio y que dormita/ la sangre, como flojo coñac, dentro de mí”
Lo ha recitado César Vallejo mal, muy mal; pero no tan mal que yo no aprecié las excelencias de esta estrofa, que revela, y más si se la mira con el sentido histórico de su fecha, un auténtico fino poeta. En ella veo, por lo pronto...
La precisión me interesa hasta la obsesión. Si usted me preguntara cuál es mi mayor aspiración en estos momentos, no podría decirle más que esto: la eliminación de toda palabra de existencia accesoria, la expresión pura, que hoy mejor que nunca habría que buscarla en los sustantivos y en los verbos... ¡ya que no se puede renunciar a las palabras!...
Vallejo busca un libro, que yo he traído al café, y elige lo siguiente:
“La creada voz rebélase y no quiere ser malla, ni amor./ Los novios son novios en eternidad,/ Pues no deis 1, que resonará al infinito. Y no deís 0, que callará tanto,/ hasta despertar y poner de pie el 1”
Ah, pues “Trilce”, no quiere decir nada. No encontraba, en mi afán, ninguna palabra con dignidad de título, y entonces la inventé; “Trilce” ¿No es una palabra hermosa? Pues ya no pensé más: “Trilce”.
En 1923, con “Trilce” publicado el año anterior.
Me dí en él sin salto desde los Heraldos negros. Conocía bien los clásicos castellanos. Pero creo, honradamente, que el poeta tiene un sentido histórico del idioma, que a tientas busca con justeza su expresión.
Poca. Desde luego no busqué escritores. Después encontré a un chileno, Vicente Huidobro, y aun español, Juan Larrea.
Un drama escénico: “Mámpar”. Un nuevo libro de poesía.
Pues... “Instituto Central del Trabajo”
Carta a Pablo Abril
Les Grands Journaux
Etc.
Mi querido Pablo:
Le agradezco de todo corazón cuanto ha hecho por mí para cobrar la beca de setiembre. Esos dineros han llegado a su hora y esto es doble motivo para agradecérselo, querido Pablo.
Ha hecho usted bien en tomar algunas pesetas de allí. Por qué no tomó más? Me mortifica que así no lo haya hecho, desde que sabe usted cuánto fraternizo con sus angustias y dificultades de todo orden. Además, hemos podido compartir por amistad esos dineros, puesto que, según veo, usted lo necesitaba. Por lo demás, no se preocupe del envío de esa pequeñez lo que me da pena es que mi situación no me permita serle útil en alguna cosa. Ya le he dicho cómo vivo ahora. Esto de la “Razón” me devora todo mi tiempo para ganar 500 francos, que sólo sirven para pagar mi cuarto. Creo que voy a dejarla, para lanzarme no sé adónde.
Xavier ha decidido volver a Madrid el miércoles 9 de Novbre. En vista de las reflexiones que usted le hace. Espera solamente su pensión de Stbre., para pagar sus deudas y para su pasaje a Madrid. Me dice que así le escribe ahora a usted, largamente. Yo cumplo siempre con sus instrucciones sobre la necesidad de encaminarlo por los caminos reales y vitales del mundo. De ello le hablo siempre, con todo cariño.
Guillermo me dice que le ha enviado los libros hace un mes o más. Qué se puede hacer con este hombre? Demandarle ante la justicia? Es, a lo que vemos, un buen bribón. Pero, naturalmente, no sé qué podemos hacer de él. Podría usted escribirle, amenazándole de enjuiciarlo, para ver si así cumple.
Espero sus líneas cuanto antes y le reitero mi cariñoso abrazo por el día 28.
Fraternalmente suyo.
César.
Que me paguen cuanto antes
(París, 2 de marzo de 1926)
Aprovecho la fina gentileza del señor doctor Juan Bustamente de la Fuente, para suplicar a usted me haga el favor de poder a su disposición el valor de mis crónicas publicadas hasta ahora en “Variedades”, que según creo, asciende a quinientos francos. El doctor Bustamante de la Fuente está autorizado para recoger ese dinero y enviármelo directamente a mí.
(París, 30 de octubre de 1926)
Vuelvo a permitirme suplicar a usted se sirva a enviarme el valor de mis crónicas ya publicadas en “variedades”. Le ruego hacerme este envío a la mayor brevedad, en un giro bancario sobre París.
(Moscú, 28 de octubre)
Por noticias que recibo del Sr. Ernesto La Rosa, mi apoderado para cobrar mis crónicas de “Variedades”, sé que la especial situación administrativa de la revista impide por el momento el pago de mi colaboración. Comprendo, me explico muy bien esta situación. Sin embargo, me permito suplicarle haga lo posible, de su parte, a fin de que me paguen cuanto antes.
(....................)
Nosotros, en frente de Europa
Luego, se suceden los reclamos históricos pero, a todas luces, también muy personales. En suma, Europa finge ignorarnos porque nos teme y nos envidia. Aunque, dicho sea de paso, sí le permite a la vil ciertas licencias: Puede Europa desdeñar o ignorar a los africanos, a los australianos. ¿Pero a nosotros?.
Publicado en "El Norte" de Trujillo. Febrero de 1924.
El espíritu universitario
3/11/07
La justicia no es función humana
La justicia no es función humana. No puede serlo. La justicia opora tácitamente, más adentro de todos los adentros, de los tribunales y de las prisiones. La justicia ¡oídlo bien, hombres de todas las latitudes! se ejerce en subterránea armonía, al otro lado de los sentidos, de los columpios cerebrales y de los mercados. ¡Aguzad mejor el corazón! La justicia pasa por debajo de toda superficie y detrás de todas las espaldas. Prestad más sutiles oídos a su fatal redoble, y percibiréis un platillo vigoroso y único que, a poderío de amor, se plasma en dos; su platillo vago e incierto, como es incierto y vago el paso del delito mismo o de lo que se llama delito por los hombres.
La justicia sólo así es infalible: cuando no ve a través de los tintóreos espejuelos de los jueces; cuando no está escrita en los códigos; cuando no ha menester de cárceles ni guardias.
La justicia, pues, no se ejerce, no puede ejercerse por los hombres, ni a los ojos de los hombres.Nadie es delincuente nunca.
O todos somos delincuentes siempre.
¿Qué ideas se formarán esos intelectuales burgueses?
25/9/07
Primaveral
de Dios, que brilla, vuela... endulza y canta,
penetra al corazón y al pensamiento
y en la tierra y en el cielo se agiganta!
Excelsa juventud, ama con ella
y con su beso de luz sé un Prometeo,
y sube hasta arrancar de alguna estrella
el Edén Inmortal de tu deseo.
¡Oh juventud! La hermosa Primavera
su flor de fuerza y luz pone en tu pecho:
acoge a su perfume tu bandera
en tu lid por la Patria y el Derecho.
Escudo contra el golpe del destino:
contra el traidor escollo voz de alerta;
pulverizando vallas del camino,
te lleva el bien fecundo y gloria cierta.
¡Oh juventud! Sostén del Universo.
Rosas, amores, cánticos y aromas.
Volar de sueño a Dios, junto a mi verso,
cual millón de eucarísticas palomas...
Tuya es la creación. Tu pensamiento
hará en ella una más fuerte vida
que el fecundo calor del sentimiento
primavera eterna dará en seguida.
¿Qué podrá contra ti? Natura te ama,
y en ella está la fuerza creadora...
que hoy en las hondas venas se derrama
del hombre, el suelo, el pájaro y la flor.
Tú llevarás, oh heráldica amazona,
de victoria en victoria tu bandera,
mientras teja cada año corona
para tu augusta sien, la Primavera.
Juventud. Patria en flor... Trueno.
Armonía y suspiro,
Renovando tus ímpetus podrías
convertirte en un Dios... Si Dios no hubiera.
Ante una manifestación estudiantil, en la ciudad de Trujillo, Vallejo celebrando su grado de Bachiller en Humanidades el 22 de setiembre de 1915, con su tesis "El Romanticismo en la Poesia Castellana" en el que obtuvo nota 19, al día siguiente leyó su composición “Primaveral” desde un balcón con frente a la placita O’Donovan, como parte de homenaje al "Día de la Primavera y la Juventud"
El espíritu polémico
“Formas de la nueva conciencia. Contra el fatalismo y por la dialéctica de la voluntad. La tragedia como añagaza y como verdadero conflicto vital. Crítica de la historia pasada y de los hechos presentes. El mal espíritu y los cuerpos inferiores. Ocaso de la metafísica de Hegel. El valor del marxismo”.
Los tolerantes, los liberales, los eclécticos, no saben inquietarse de los malos fermentos de la historia. En su concepto, los malos fermentos sociales, si son, en verdad malos, salen, a la larga, derrotados por los buenos. El principio del mal, en las religiones como en los individuos, es por esencia, negativo y está condenado a un fracaso neCésario e ineludible. La lucha entre el bien y el mal, no es sino aparente o transitoria, puesto que las leyes naturales quieren siempre el triunfo del primero. La tragedia, para tales hombres, no pasa de ser una añagaza o, a lo sumo de un simulacro. Es, si se quiere, una maniobra de vacaciones de la naturaleza y del espíritu. En fin, lo que identifica mejor a todas las religiones, según este criterio, es un común sentimiento fatalista de la moral. Ni el cristianismo escapa de semejante optimismo fatalista, que constituye el fondo dialéctico de la fe en la victoria teológica del Bien. Pero esta posición, un tanto fría y estéril, como peligrosa y funesta, no es la de todos los hombres ni de todos los hombres ni de todas las épocas. Nuestro tiempo no es nada liberal ni eclecticista. Dentro del propio espíritu nuevo, creado, en gran parte, por el materialismo histórico, el sentido fatalista de Marx no logra ahogar totalmente nuestra inquietud ética. La dialéctica de Hegel, cuyo fatalismo subiste en la base filosófica de la ciencia revolucionaria de mar, es un humo que se aleja rápidamente de la nueva conciencia, dispersado por el viento de los acontecimientos modernos. Lo que del marxismo importa más a la humanidad, dice Eastman, no es lo que hay en él de vestigios metafísicos a la alemana, sino su fuerza estrictamente metafísica para enfocar la historia y para poner en nuestra manos una técnica realmente transformadora de la sociedad. Allí donde empieza la metafísica hegeliana, con su ecuación fatal de los contrarios, allí termina la influencia de mar en nuestra época y su poder creador del porvenir. El hombre verdaderamente nuevo está adquiriendo una conciencia rigurosa y libre de su voluntad, junto con un austero sentimiento de la responsabilidad humana ante la historia. De esta suma injerencia del hombre en la creación de la historia, que él no concibe fuera de los resortes libres de su voluntad, está proscrito todo fatalismo y todo determinismo. La lucha entre el bien y el mal, según este estado de espíritu, puede, siguiendo los casos ser favorable al primero o al segundo de los beligerantes. El principio del bien es o “puede ser”, a veces, positivo y, a veces, negativo, según que el hombre acierte o no a dirigir sus energías. La tragedia, en este caso, no es un simulacro, sino un grave conflicto de vida o muerte en la naturaleza y en el espíritu. Porque, según este criterio, todo es posible y en el proceso, vital del hombre y de la sociedad, caben todas las soluciones. El sentimiento revolucionario, creado por Marx, prueba precisamente que la historia está siempre en una balanza, cuyos platillos siguen un mecanismo, no ya secreto, misterioso o ajeno a la voluntad humana, sino entrañado a tales o cuales apatías o esfuerzos de los hombres.La facultad de discernir los malos elementos y torcidos manejos de una sociedad o de un movimiento de la historia, concuerda, pues, con el nuevo sentimiento de la vida. Es menester un control objetivo de las actividades ambientes y un franco espíritu polémico. Es necesario señalar lo que no anda derecho, porque esta falta de derechura “puede” influir nocivamente en la creación del porvenir. No se trata de una crítica de la historia pasada, sino de un control, de reacción viviente e inmediata, sobre la realidad y los hechos actuales.Tal es la explicación de las impugnaciones que me parece urgente y necesario hacer a los movimientos juveniles de América. He atacado y atacaré a los impostores de la revolución, a los inconscientes, a los farsantes, a los atolondrados, a los egoístas, a los retrógrados con máscara vanguardista, a los que comen y beben de un régimen y estado de cosas que ellos hacen gala en injuriar con fáciles chismes de politiqueros circunstanciales. He atacado y atacaré al mal espíritu, aunque se sientan heridos los cuerpos inferiores. Lo que en verdad sea puro, grande y esencialmente revolucionario en América, queda y quedará de pie, indemne de todo debate y de toda represalia. Yo tiro sobre lo que es susceptible de caer.
Crónica publicada por la revista “Mundial” de Lima, N° 438 del 2 de noviembre de 1928 (cat.1928:41)
Entrevista en España
¿Cuándo empieza todo?
“Todo empieza por el principio”.
¿Qué ama más de la plantas?
“Yo amo a las plantas por su raíz y no por la flor”.
¿Cuál es la diferencia entre el arte y la naturaleza?
“La naturaleza crea la eternidad de la sustancia. El arte la eternidad de la forma”.
¿Qué es la amargura?
“Mi amargura cae en jueves”.
¿Cuál es la diferencia entre un hombre y un animal?
“Al animal se le guía o se le empuja. Al hombre se le acompaña paralelamente”.
¿Qué es la revolución?
“Existen preguntas sin respuestas, que son el espíritu de la ciencia y el sentido común hecho inquietud. Existen respuestas sin preguntas, que son el espíritu del arte y la conciencia dialéctica”.
¿Qué ha producido la América de habla española?
“Cuanto de intelectual se ha producido en América con posterioridad a la colonización española, inclusive la poesía de Gabriela Mistral, no ofrece más que un mediocre interés para Europa. Toda la producción hispanoamericana, salvo Rubén Darío, el cósmico, se diferencia poco o casi nada de la producción exclusivamente española.
La versión que hay que hacer es de obras rigurosamente indoamericanas y precolombinas. Es allí donde los europeos podrán encontrar algún interés intelectual. Un interés, por cierto, mil veces más grande que el que pueda ofrecer nuestro pensamiento hispanoamericano. El folklore de América, en los aztecas como en los incas, posee inesperadas luces de revelación para la cultura europea. En artes plásticas, en medicina, en literatura, en ciencias sociales, en lingüística, en ciencias físicas y naturales, se puede verter inusitadas sugestiones, del todo distintas al espíritu europeo. En esas obras autóctonas sí tenemos personalidad y soberanía, y para traducirlas y hacerlas conocer no necesitamos jefes morales ni patrones”.
Nota: Entrevista dada a Antonio Ruiz Villaplana en 1937 ó 1938
18/8/07
Estos antecedentes y una dura experiencia...
Fragmento en "El Tungsteno"
10/8/07
Paco Yunque
Fragmento de "Paco Yunque"
Caía el granizo...
Fragmento en "Favla Salvaje"
Carta a Miguel
Sr. Manuel N. Vallejo
Santiago de Chuco
Mi querido hermanito:
Correspondiendo a la cartita tuya que vino dirigida a Nestitor; haciendo votos porque tu salud no sufra quebranto alguno, así como la de nuestros amados padres y hermanitos todos. Nosotros sin novedad.
Son las 2 de la mañana, hora en que he interrumpido mi labor en escribir mi tesis de Bachiller, para escribirte estas líneas. Estoy triste, y mi corazón se presta en esta hora a recordar con hondo pesar de ti, de la familia, de dulces horas de tierna hermandad y de alegres rondas en medio de la noche lluviosa. Estoy triste, muy triste! Hoy mi vida de estudio y meditación diaria, es qué distinta de la vida disipada de la sierra. Aquí mis horas son contadas, y me falta tiempo para vivir laborando por nuestro porvenir. Antes, ahí me levantaba a las once; hoy antes de las seis, cuando aún raya el día estoy en pie, en mi habitación solitaria, solito con mis libros y mis papeles. Y bajo la frente pensando que si es cierto que ya estoy en mi Santiago, en el seno de los míos, que ya todo eso pasó, pero volveré alguna tarde de enero caminito a mi tierra, mi querida tierra. Por eso, con esta esperanza trabajo con entusiasmo todo el día, y cansado, cansado, cuando la tarde cae otra vez me vuelve el recuerdo dorado de ti, de la familia, de tantas otras cosas dulces. Y me pongo triste, muy triste, hermano mío! Esta es mi vida.
Dame razón detallada de aquella vecinita pequeñita, de aquella criatura de color moreno y de talle delgadito de quien te conté que me obsequió un pañuelo. Cuídala, que hace, cuál es su conducta y si tal vez da oído a alguien. Y te ruego que siempre me hables de ella cuando me escribas, pues la recuerdo mucho y la sueño todas las noches; y por eso tal vez estoy triste.
Sabrás que estoy en San Juan, con un buen sueldo. Ya estoy arreglando todo aquello que dejé pendiente con algunos amigos de esa. Tú no te mortifiques por este lado.
Con las otras, tú desempéñate como siempre: lata y más lata.
Siempre que tú me contestes, yo quiero escribirte largo en todos los correos; y esperando por momentos ver tus letras, se despide tu hermano que te quiere y te extraña:
César
Dile a mi mamacita, papacito y mi Aguedita, que el miércoles les escribo. A mi mamacita le enviaremos su remesa el mismo día sin falta. Vale.
Indícale a mi hermano Víctor que hoy le escribe Nestitor y que yo le escribiré el miércoles. Vale.
Triunfa vanidad
Se ceban en el sacro manjar azul del cielo¡
¡Judaicas risas huecas! Tus copas de licores
no son copos de gloria! ¡Son úlceras del suelo!
Y son tus cristos siempre los tristes soñadores
¡Tu padre ha sido Sancho; Mercurio fue tu abuelo!
¡Si brillan en tus carnes metálicos sudores
es porque te dan lumbre las lágrimas del cielo!
Más tú eres necésaria. ¡Sin noche no hay aurora!
¡Tal un tropel de muros en donde triunfadora
cabalga una flamante melena de pendones!
Y en el cerebro inmenso que finge el Orbe alado
¡oh, vanidad, tus joyas agudas se han clavado
como una turba bíblica de ternos aguijones...!
16/7/07
5/7/07
Es lo contrario de lo que quiero decir
Y este cuadro no es pintura
Igual a:
Este señor no es un hombre
Ya está
Ya está
Se acabó.
Lomo de las Sagradas Escrituras
y sin agencias
de pecho en pecho hacia la madre unánime.
Hasta París ahora vengo a ser hijo. Escucha,
Hombre, en verdad te digo que eres el HIJO ETERNO
pues para ser hermano tus brazos son escasamente iguales
y tu malicia para ser padre, es mucha.
La talla de mi madre moviéndome por índole
de movimiento,
y poniéndome serio, me llega exactamente al corazón:
pesando cuanto cayera de vuelo con mis tristes abuelos,
mi madre me oye en diámetro callándose en altura.
Mi metro está midiendo ya dos metros
mis huesos concuerdan en género y en número
y el verbo encarnado habita entre nosotros
y el verbo encarnado habita, al hundirme en el baño,
un alto grado de perfección.
1/7/07
Ejecutoria del Arte Socialista
¿Añadir que el arte socialista vendrá después, existe ya o ha existido siempre?
¿Bach, Beethoven, las pirámides?
El caso Maiakovski
No es Maiakovski, como se cree en el extranjero, el más grande poeta soviético, ni mucho menos. Maiakovski no pasa de un histrión de la hipérbole. Antes que él están Pasternak, Biedny, Sayanof y muchos otros...
Yo conocí la labor de Maiakovski, y mi opinión concordaba absolutamente con la de Kolvasieff. Y cuando, unos días después, hablé en Moscú con el autor de "150'000.000" la conversación que tuve con él confirmó para siempre la sentencia de Kolvasieff. No es, en realidad, Maiakovski el mejor poeta del soviet. Es solamente el más difundido. Si se leyese más a Pasternak, a Kaziin, Gastev, Sayanof, Viesimiensky, el nombre de Maiakovski perdería muchas ondas sonoras en el mundo.
Pero ¿por qué había de ser mi conversación con Maiakovski la clave definitiva de su obra? ¿Hasta qué punto puede una conversación definir el espíritu y, más aún, el valor estético de un artista? La respuesta, en este caso, depende del método de pensamiento crítico. Si partimos del método superrealista, freudiano, bergsoniano o de cualquier otro reaccionario, no podemos, basarnos en un simple diálogo con un artista para fijar la trascendencia de su obra. Según estos diversos métodos espiritualistas, el artista es un instinto, o, para expresarnos en léxico más ortodoxo, un intuitivo. Su obra, le sale natural, inconsciente, subconscientemente. Si se le pregunta lo que él opina del arte y de su arte, responderá, seguramente, banalidades y muchas veces, todo lo contrario de lo que hace y practica. Un genio, según esto, se desmiente, se contradice o pierde casi siempre en sus conversaciones. Atenerse a éstas, como fundamento crítico, resulta, por eso, falso, absurdo. Mas no sucede lo propio si partimos del método del materialismo histórico, caro precisamente a Maiakovski y a sus amigos comunistas. Marx no concibe la vida sino como una vasta experiencia científica, en la que nada es inconsciente ni ciego, sino reflexivo, consciente, técnico. El artista, según Marx, para que su obra repercuta dialécticamente en la historia, debe proceder con rigurosos método científico y en pleno conocimiento de sus medios. De aquí que no hay exegeta mejor de la obra de un poeta como el poeta mismo. Lo que él piensa y dice de su obra, es o debe ser más certero que cualquiera opinión extraña. Maiakovski, en las declaraciones que me hiciera, designó, pues, mejor que ningún crítico el sentido y monto verdaderos de su obra.
Maiakovski me hablaba con un acento visiblemente penoso y amargo. Contrariamente a lo que dicen de él todos sus críticos, Maiakovski sufría, en el fondo, una crisis moral aguda. La revolución le había llegado a mitad de su juventud, cuando las formas de espíritu estaban ya cuajadas y hasta consolidadas. El esfuerzo para voltearse de golpe y como un guante a la nueva vida, le quebró el espinazo y le hizo perder el centro de gravedad, convirtiéndole en un "désaxée", como a Essenin y a Sobol. Tal ha sido el destino de esta generación. Ella ha sufrido en plena aorta individual las consecuencias psíquicas de le revolución social. Situada entre la generación de Maiakovski, Essenin y Sobol se ha visto literalmente crucificada. Dentro de esta misma generación, el calvario ha sido mayor para quienes fueron tomados sorpresivamente por la revolución, para los desheredados de toda tradición o iniciación revolucionaria. La tragedia de transmutación psicológica personal ha sido entonces brutal, y de ella han logrado escapar solamente los indiferentes con máscara revolucionaria, los insensibles con "pose" bolchevique. Cuanto más sensible y cordial fuera el individuo para permearse en los acontecimientos sociales, más hondos han tenido que ser los transtornos de su ser personal, derivados de la convulsión política, y más exacerbado el "pathos" de su íntima e individual revisión de la historia. El juicio final ha sido entonces terrible, y el suicidio, material o moral, resultaba fatal, inevitable, como única solución de la tragedia. Al contrario, para los otros, para los insensibles, indiferentes "bolcheviques", fácil ha sido y nada arriesgado dar gritos "revolucionarios", ya que respecto de ellos la revolución se quedaba fuera, como fenómeno o espectáculo de Estado, y no llegaba a hacerse revolución personal, íntima, psicológica. No había entonces dificultad ni peligro en asociarse a la corriente de los otros. Esto ha hecho y hace la mayoría de los escritores de Rusia y otros países. ¿Qué escritores vayan hasta hacerse matar por la sagrada causa? ¿Y bien?... Ello no prueba nada. Muchos han sido los que se han hech matar más barato en la historia.
En el caso Maiakovski hay que distinguir, desde luego, dos aspectos: su vida y su obra. Después de su suicidio, la primera ha quedado redondeada como una de las expresiones individuales más grandes y puras del hecho colectivo. Sin duda, que el suicidio no ha sido más que el milésimo trance de una larga vía crucis moral del escritor, "déraciné" de la historia y poderosa voluntad de comprender y vivir plenamente las poderosas relaciones sociales. Esta lucha interior entre el pasado, que resiste, aún perdido todo punto de apoyo en el medio, y el presente, que exige una adaptación auténtica y fulminante, fue en Maiakovski larga, encarnizada, tremenda. En el fondo supervivía tenaz e irreductible la sensibilidad pequeña-burguesa, con el juego de todos sus valores fundamentales de vida, y solamente afuera bregaba el afán voluntarioso y viril de ahogar el ser profundo de la historia pasada, para reemplazarlo por el ser, igualmente profundo, de la historia nueva. El injerto de ésta sobre aquél fue imposible. En vano cambió, al día siguiente de la revolución, su chaleco futurista por la blusa del poeta bolchevique. En vano anduvo desde entonces declamando sus versículos soviéticos por calles y plazas, en las fábricas, en los campos, en las "izbas", en los sindicatos, en los cuarteles del ejército rojo... En vano buscó en las multitudes la sugestión necesaria para sovietizar su ánima, íntimamente "désaxée". Gigantesco de cuerpo, fuerte, con un acento robusto y acerado, re altavoz, recitaba: "Oh mi país!" Tú eres un bello adolescente. ¡Oh mi joven República! Tú te yergues y encabritas como una joven potranca. Nuestros impulsos van derechos al porvenir. Y a vosotras, patrias viejas, os vamos a dejar a cien kilómetros atrás. Salud a ti, ¡Oh mi país! que eres la juventud del mundo... "En vano, todo....En vano... La verdadera interior del poeta aherrojada en fórmulas postizas de un leninismo externo e inorgánico, seguía sufriendo silenciosamente y sintiendo todo lo contrario de lo que decían sus versos. Mientras Maiakovski continuaba confundiéndose en literatura con esa farándula de artista "revolucionarios", que aparentan serlo con la misma facilidad con que aparentarían ser valientes, mayores de edad o nocharniegos, la vida interior del poeta, en abierto desacuerdo con un arte que no la traducía, seguía pugnándose subterráneamente y debatiéndose en la agonía. Fue la ruptura trágica y desgarrada de todo sincronismo entre la obra y la vida del autor. Y ni poeta revolucionario ni poeta reaccionario salió de él. Su lucha interior neutralizó su sensibilidad y se expresión artística, totalmente. Maiakovski fue un mero literato, un simple versificador, un retórico hueco.
-Guerra a la metafísica- me decía en Moscú- Guerra al subconsciente y a la teoría según la cual el poeta canta como canta un pájaro...Guerra a la poesía apolítica, a la gramática, a la metáfora...El arte debe ser controlado por la razón... Debe siempre servir la propaganda política, y trabajar siempre con ideas preconcebidas y claras, y hasta debe desarrollarse en tesis como una teoría algebraica. La expresión debe ser directa, a boca de jarro...
¿Su poesía respondía a los enunciados? Evidentemente, sí. Sólo que la teoría de Maiakovski, sirvió para hacer de él un fabricante de versos "sur commande", fríos y muertos.
Las declaraciones de Maiakovski expresan la verdad sobre su obra en el sentido en que confirman el hecho de que ella responde a un arte basado en fórmulas y no en la sinceridad afectiva y personal.
Al sujetarse a un programa artístico, sacado del materialismo histórico, Maiakovski hizo tan sólo versos desprovistos de calor entrañable y sentido, suscitados por tracción exterior y mecánica, por calefacción artificial.
Maiakovski fue un espíritu representativo de su medio y de su época, pero no fue un poeta. Su vida fue, asimismo, grande por lo trágica, pero su arte fue declamatorio y nulo, por haber traicionado los trances auténticos y verdaderos de su vida.
América Latina
En nombre de América Latina consiguen hacerse ricos, conocidos y prestigiosos. América Latina sabe de discursos, versos, cuentos, exhibiciones cinemáticas, con música, pastas, refrescos y humores de domingo. En nombre de América Latina se merodea en torno a las oficinas europeas de explotación de humildades infatuables de América, en busca de difusión de un folckore y una arqueología que se trae para los cines a servir aprendidos apotegmas de sociología barata. En nombre de América Latina se juega el peligroso rol diplomático de oratoria, susceptible de ser engatusado, en banquetes y aniversarios, a favor de flamantes quimeras convencionales de la política europea.
Para todo esto se prestan estas dos palabras. De ellas sacan gran provecho personal todos aquellos que nada pueden hacer por cuenta propia, sino agarrándose al país de su procedencia y a antecedentes y referencias de familia.
Hasta Maurice Barrés, precisamente el Barrés del “culto del yo”, ha aprovechado de América Latina.
El soldado español que se hizo héroe...
29/6/07
Muro Este
Apuntad aquí, donde apoyo la yema del dedo más largo de mi zurda.
No retrocedáis. No tengáis miedo. Apuntad no más ¡Ya!
Brrrrum...
Muy bien. Se baña ahora el proyectil en las aguas de las cuatro bombas que acaban de estallar dentro de mi pecho. El rebufo me quema. De pronto la sed aciagamente ensahara mi garganta y me devora las entrañas...
Mas he aquí que tres sonidos solos, bombardean a plena soberanía, los dos puertos con muelles de tres huesecillos que están siempre en un pelo ¡ay! de naufragar. Percibo esos sonidos trágicos y treses, bien distintamente, casi uno por uno.
El primero viene desde una rota y errante hebra del vello que decrece en la lengua de la noche.
El segundo sonido es un botón; está siempre revelándose, siempre en anunciación. Es un heraldo. Circula constantemente por una suave cadera de oboe, como de la mano de una cáscara de huevo. Tal siempre está asomado, y no puede transponer el último viento nunca.
Pues él está empezando en todo tiempo. Es un sonido de entera humanidad.
Y el último. El último vigila a toda precisión, altopado al remate de todos los vasos comunicantes. En este último golpe de armonía la sed desaparece. (ciérrase una de las ventanillas del acecho), cambia de valor en la sensación, es lo que no era, hasta alcanzar la llave contrario.
Y el proyectil que en la sangre de mi corazón destrozado cantaba y hacía palma, en vano ha forcejeado para darme la muerte.
- ¿Y bien?
- Con ésta son dos veces que firmo, señor escribano. ¿Es por duplicado?
El Espíritu Polémico
Los tolerantes, los liberales, los eclécticos, no saben inquietarse de los malos fermentos de la historia. En su concepto, los malos fermentos sociales, si son, en verdad malos, salen, a la larga, derrotados por los buenos. El principio del mal, en las religiones como en los individuos, es por esencia, negativo y está condenado a un fracaso necesario e ineludible. La lucha entre el bien y el mal, no es sino aparente o transitoria, puesto que las leyes naturales quieren siempre el triunfo del primero. La tragedia, para tales hombres, no pasa de ser una añagaza o, a lo sumo de un simulacro.Es, si se quiere, una maniobra de vacaciones de la naturaleza y del espíritu. En fin, lo que identifica mejor a todas las religiones, según este criterio, es un común sentimiento fatalista de la moral. Ni el cristianismo escapa de semejante optimismo fatalista, que constituye el fondo dialéctico de la fe en la victoria teológica del Bien. Pero esta posición, un tanto fría y estéril, como peligrosa y funesta, no es la de todos los hombres ni de todos los hombres ni de todas las épocas. Nuestro tiempo no es nada liberal ni eclecticista. Dentro del propio espíritu nuevo, creado, en gran parte, por el materialismo histórico, el sentido fatalista de Marx no logra ahogar totalmente nuestra inquietud ética. La dialéctica de Hegel, cuyo fatalismo subiste en la base filosófica de la ciencia revolucionaria de mar, es un humo que se aleja rápidamente de la nueva conciencia, dispersado por el viento de los acontecimientos modernos. Lo que del marxismo importa más a la humanidad, dice Eastman, no es lo que hay en él de vestigios metafísicos a la alemana, sino su fuerza estrictamente metafísica para enfocar la historia y para poner en nuestra manos una técnica realmente transformadora de la sociedad. Allí donde empieza la metafísica hegeliana, con su ecuación fatal de los contrarios, allí termina la influencia de mar en nuestra época y su poder creador del porvenir. El hombre verdaderamente nuevo está adquiriendo una conciencia rigurosa y libre de su voluntad, junto con un austero sentimiento de la responsabilidad humana ante la historia. De esta suma injerencia del hombre en la creación de la historia, que él no concibe fuera de los resortes libres de su voluntad, está proscrito todo fatalismo y todo determinismo. La lucha entre el bien y el mal, según este estado de espíritu, puede, siguiendo los casos seer favorable al primero o al segundo de los beligerantes. El principio del bien es o “puede ser”, a veces, positivo y, a veces, negativo, según que el hombre acierte o no a dirigir sus energías. La tragedia, en este caso, no es un simulacro, sino un grave conflicto de vida o muerte en la naturaleza y en el espíritu. Porque, según este criterio, todo es posible y en el proceso, vital del hombre y de la sociedad, caben todas las soluciones. El sentimiento revolucionario, creado por Marx, prueba precisamente que la historia está siempre en una balanza, cuyos platillos siguen un mecanismo, no ya secreto, misterioso o ajeno a la voluntad humana, sino entrañado a tales o cuales apatías o esfuerzos de los hombres. La facultad de discernir los malos elementos y torcidos manejos de una sociedad o de un movimiento de la historia, concuerda, pues, con el nuevo sentimiento de la vida. Es menester un control objetivo de las actividades ambientes y un franco espíritu polémico. Es neCésario señalar lo que no anda derecho, porque esta falta de derechura “puede” influir nocivamente en la creación del porvenir. No se trata de una crítica de la historia pasada, sino de un control, de reacción viviente e inmediata, sobre la realidad y los hechos actuales. Tal es la explicación de las impugnaciones que me parece urgente y neCésario hacer a los movimientos juveniles de América. He atacado y atacaré a los impostores de la revolución, a los inconscientes, a los farsantes, a los atolondrados, a los egoístas, a los retrógrados con máscara vanguardista, a los que comen y beben de un régimen y estado de cosas que ellos hacen gala en injuriar con fáciles chismes de politiqueros circunstanciales. He atacado y atacaré al mal espíritu, aunque se sientan heridos los cuerpos inferiores. Lo que en verdad sea puro, grande y esencialmente revolucionario en América, queda y quedará de pie, indemne de todo debate y de toda represalia. Yo tiro sobre lo que es susceptible de caer.
Nota: Crónica publicada por la revista “Mundial” de Lima, N° 438 del 2 de noviembre de 1928 (cat.1928:41)
Amalia de Isaura en Malva Loca
Su gesto pecador arrepentido
Quebróse como lágrima estrellada
En un fresco temblor despavorido.
Y en cada rosa así sacrificada
Chisporroteó un crisal enrojecido;
¡y en su mano de luz transfiguraba
se ajaron muertas cúpulas de nido...!
¡La marcha funeral afuera llora
como un trémulo de hostias argentinas
que acuden a un copín azul de aurora!
¡Y el amor en la triste Magalena
a un vuelo musical de golondrinas
se bautizó de angustia nazarena...!
Trilce
en este mundo nada menos
adonde nunca llegaremos.
Donde, aún si nuestro pié
llegase a dar por un instante
será, en verdad, como no estarse.
En ese sitio que se ve
a cada rato en esta vida,
andando, andando de uno en fila.
Más acá de mí mismo y de
mi par de yemas, lo he entrevisto
siempre lejos de los destinos.
Ya podéis iros a pié
o a puro sentimiento en pelo,
que a él no arriban ni los sellos.
El horizonte color té
se muere por colonizarle
Para su gran Cualquiera Parte.
Mas el lugar que yo me sé,
en este mundo, nada menos
hombreado va con los reversos.
Cerrad aquella puerta que
está entreabierta en las entrañas
de ese espejo. - Está? No; su hermana.
No se puede cerrar. No se
puede llegar nunca aquel sitio
- do van en rama los pestillos.
Tal es el lugar que yo me sé.