16/9/17

Trilce

Más acá de mí mismo y de
mi par de yemas, lo he entrevisto
siempre lejos de los destinos.

Ya podéis iros a pié
o a puro sentimiento en pelo,
que a él no arriban ni los sellos.

El horizonte color té
se muere por colonizarle
Para su gran Cualquiera Parte.

Mas el lugar que yo me sé,
en este mundo, nada menos
hombreado va con los reversos.

Cerrad aquella puerta que
está entreabierta en las entrañas
de ese espejo. - Está? No; su hermana.

No se puede cerrar. No se
puede llegar nunca aquel sitio
- do van en rama los pestillos.

Tal es el lugar que yo me sé.

 

29/11/11

La meditación viene. La acción va

El agua invita a la meditación. La tierra, a la acción. La meditación es hidrográfica; la acción geográfica. La meditación viene. La acción va. Aquella es centrípeta; ésta, centrífuga.

Quiero perderme por falta de caminos

Quiero perderme por falta de caminos. Siento el ansia deperderme definitivamente, no ya en el mundo ni en la moral, sino en la vida y por obra de la vida. Odio las calles y los senderos, que no permiten perderse. La ciudad y el campo son así. No es posible en ellos la pérdida, que no la perdición, de un espíritu. En el campo y en la ciudad, se está demasiado asistido de natas, flechas y señales, para poder perderse. Uno está allí indefectiblemente limitado, al norte, al sur, al este, al oeste. Uno está allí irremediablemente situado.

El movimiento consustancial de la materia

Si se pudiera figurar la evolución de la vida, se la representaría por una fila de seres y de cosas, de uno en fondo. En el terreno abstracto, los seres y las cosas se desenvuelven con un aparente carácter multitudinario. Pero, esto no es la realidad substantiva. Bajo la ilusoria simultaneidad de las cosas y los seres, reposa, en el fondo, la realidad exclusivamente sucesiva y en marcha del universo. La masa es más un desfile que un remolino. La asíntota surgente de la historia tiene más de línea que de punto.

Concurrencia capitalista y emulación socialista

¡Quién vuela más lejos! ¡Quién da mejores puñetazos! ¡Quién nada más! ¡Quién bate el record de velocidad, de duración, de altura, de peso, de resistencia, de intensidad! ¡Quién hace más dinero! ¡Quién danza más! Record de ayuno, de canto, de risa, de matrimonios, de divorcios, de asesinatos, etc.

Este es el criterio capitalista de todo progreso.

El espíritu de "match" y de "record" nos viene del taylorismo, por el deporte, y, lógicamente, ofrece los mismos vicios y contradicciones del sistema capitalista de la concurrencia en general. Ya nadie hace nada sin mirar al rival. El hombre se mueve por cotejo con el hombre. Es una justa, no va de fuerzas que se oponen francamente, que sería más noble y humano, sino de fuerzas que se comparan y rivalizan, que es necio, artificioso y antivital. El hombre no puede ya avanzar por su propia cuenta y mirando de frente, como lo quiere el orden paralelo y multitudinario de las cosas, sino que vive y se desenvuelve teniendo en cuenta el avance y la vida de su vecino, es decir, mirando individualmente el horizonte.

Muerto el capitalismo e instaurado el socialismo, el hombre cesará de vivir comparándose con los otros, para vencerlos. El hombre vivirá entonces, solidarizándose y, a lo sumo, refiriéndose emulativa y concéntricamente a los demás. No buscará batir ningún record. Buscará el triunfo libre y universal de la vida. Al régimen de la concurrencia capitalista, sucederá el régimen de la emulación socialista.

La rebelión es fruto del espíritu inocente

La rebelión no es posible sin la inocencia. Se rebelan solamente los niños y los ángeles. La malicia no se rebela nunca. Un viejo puede únicamente despecharse y amargarse. La rebelión es fruto del espíritu inocente.

La mayoría ama el deporte cerebralmente

La mayoría de las gentes gusta ver el deporte, pero no practicarlo. Existen millones de espectadores en los estadios y apenas unos cuantos jugadores. La mayoría ama el deporte cerebralmente, cuando no literariamente. Un día desaparecerá el campeón, para dar lugar al hombre en estado deportivo. El deporte no debe ser el arte de unos cuantos, sino una actitud tácita y universal de todos.

12/9/08

Una orgánica y subterránea unidad vital

Yo no pertenezco a ningún partido. No soy conservador ni liberal. Ni burgués ni bolchevique. Ni nacionalista ni socialista. Ni reaccionario ni revolucionario. Al menos no he hecho de mis actitudes ningún sistema permanente y definitivo de conducta. Sin embargo, tengo mi pasión, mi entusiasmo y sinceridad vitales. Tengo una forma afirmativa de pensamiento y de opinión, una función de juicio positiva.
Se me antoja que, a través de lo que en mi caso podría conceptuarse como anarquía intelectual, caos ideológico, con tradición de incoherencia de aptitudes, hay una orgánica y subterránea unidad vital.